Al entrar en el Hotel, en recepción, fueren muy amables. Nos regalaron cuatro bolsas de playa (éramos cuatro), cuatro consumiciones y una hora de jauzzi, baño turco y sauna. El suelo de la sauna estaba roto, y una de las cuatro duchas también. La comida bastante mala, aunque no todo. El primer día probé un arroz que sacaron en una paella y sabía a quemado, unas zanahorias cocidas también malas. La carne y demás cosas que hacían en la plancha, estaban muy grasientas, estuve varios días con el estómago mal. Los camareros bastante sucios, cogiendo las sobras de los platos y los cubiertos sucios, y echándolos a la basura al lado nuestro mientras comíamos. Se te revolvía el estómago. Les pedías algo de beber y te lo traían sin lav**** las manos. Si cabe destacar el orden y el respeto para coger la comida entre los clientes. Cuando llegamos a la habitación, y destapamos las camas, mis almohadas estaban sin fundas, uno de los colchones estaba partido por la parte de los pies, la tapa del cubito de basura del baño estaba rota, la bañera mal fregada y la cisterna se rompió y tuvieron que venir los de mantenimiento que nos dijeron que era la tercera vez que se rompía. El espejo de la habitación estaba mal fregado, lo demás limpio. Desde la habitación veíamos el mar y la piscina del hotel: "muy limpias las piscinas", habían tres. Muy bien también las actividades: "aquagym", "aquabasket" y aquafútbol. Las animadoras muy majas. Por la noche vimos dos espectáculos, (cada noche había uno), que estuvieron muy bien, pero en la terraza donde estábamos sentados que era "enorme", solo habían tres camareros sirviendo y tardaban mucho en traer la bebida. Dentro del hotel había una tienda de souvenirs, y yo me compré una correa que tenía muy bien precio. Muy maja la dependienta. Y ya terminando: "no lo recomendaría" y "no volveré a ir".
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