湖濱木屋飯店(Casona Dos Lagos)

Hemos pasado 4 noches , una familia de 4 adultos una niña y un perro ,en el apartamento y la experiencia no ha podido ser mejor. Un lugar idílico en plena naturaleza para desconectar de todo.El trato de Luis fantástico, nos ha hecho sentir como en casa. Además dispone de un restaurante donde los desayunos y comidas son punto y aparte. Agustín y Nuria son un amor y sus platos muy ricos y abundantes. Te vas con ganas de regresar pronto. Desde luego muy recomendable. Gracias por todo

Reservamos dos noches por su cercanía a Cabárcenos y nos encontramos con un entorno mágico. Edificio con historia, instalaciones limpias y jardines muy cuidados. Muy recomendable su estancia. A titulo personal, lo mas satisfactorio fue conocer a María, persona de gran personalidad y conocimientos. Coincidimos en la triada dialéctica.

Entorno espectacular muy cerquita de Santander. Es una antigua fortaleza, con preciosos jardines. El desayuno no está incluido, pero se pueda disfrutar muy cerquita y a muy buen precio. Las habitaciones son tranquilas, limpias y comfortables.

Très beau séjour. Hôtel tenu par un couple très sympathique. Marie est une personne charmante, très chaleureuse, à l'écoute de ses clients. On se sent bien dans son établissement au milieu d'un cadre bucolique. Nous y retournerons avec plaisir !

This place is an absolute gem, we were looking for a place to stay over night before getting the ferry, steeped in history very interesting ,the grounds are amazing with the biggest agapanthus iv ever seen The grounds are beautiful with a lage fishing lake,a very relaxing stay, room was very clean ,we both had a good sleep Maria is a lovely lady and wanting to tell you all about this beautiful place, Not to forget the restaurant, excellent food, freshly made bread, was delicious ,for the evening meal I had the Tuna with fries ,it was the largest piece of tuna I have eaten It will help if you can speak spainish

El sitio es espectacular a primera vista, muy tranquilo sin bullicio de coches, el único ruido era el de los vecinos que nos tocó unos muy ruidosos. El pero que tuvo el lugar es que en pleno julio, con el calor que hace no tenía aire acondicionado, no pudimos dormir en todo el fin de semana ni los niños, por las noches, alcanzado 23-25 grados. Mi opinión es que tendrían que poner aire acondicionado, se quejaron muchos más huéspedes ese finde acerca del calor que hacía en las habitaciones.