Hotel muy agradable. Estilo en instalaciones resalta, un diseño muy llamativo, muy bonito. Lugar tranquilo para descansar y aprovechar las actividades que ofrecen. Tener una alberca en tu cuarto es un gran valor agregado, las persianas automáticas gran detalle. El personal muy amable. La llave y el obsequio a tu llegada un muy bonito gesto. Un hotel de Valle de Bravo que tienes que conocer.
Las áreas de oportunidad: deseable en la habitación: un espejo de cuerpo completo, en la regadera alguna modificación para un lugar donde poner tu shampoo, algo donde colgar tus trajes de baño (dentro o fuera de instalaciones prácticamente diario usas traje), frigobar deseable. Las piscinas “climatizadas” no me tocaron, la temperatura que se anuncia en publicidad, por lo menos a mi no me tocó durante mi estancia. Los jacuzzis del área común apagados (salvo que pidieras ayuda del personal, lo prendieran, esperarás media hora para que se calentara y después ya estaba listo. Se nos comentó que no es posible que dos jacuzzis estén prendidos al mismo tiempo). Por último, valet, personal de mantenimiento, ama de llaves, recepción muy amables. Solo la gente de recepción debería de estar más enterada de las actividades, se consultó sobre un par de actividades a un par de recepcionistas diferentes y no supieron contestar, no pudieron investigar, quedaron de contactarnos para confirmar y no sucedió. Hostess en restaurante no respetaron reservación para “sitting”, nos mandaron a una mesa sin luz.
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