El lugar es muy lindo, pero definitivamente no supieron aprovechar el espacio que tienen. Los niddos son pegados, no existe privacidad alguna. Incluso las supuestas fogatas privadas son prácticamente a 3 pasos de distancia entre otras fogatas. Se pierde totalmente la experiencia de tranquilidad porque se escucha todo lo que se habla en otros niddos, incluso estando dentro del Niddo. Por otra parte, la cama es muy pequeña, yo me alojé en el Niddo superior que es para 6 personas y éramos sólo dos y dormimos incómodos. Por último, los baños no cuentan con acueducto, son baños como de concierto y el olor es fuerte, lo cual es incómodo. Realmente es muy caro para lo que ofrecen, no lo recomiendo.
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