Hemos estado alojados tres parejas durante cuatro días en este hotel. Nuestra experiencia empezó mal, porque nos dieron las habitaciones casi a las 5 de la tarde, habiendo pagado un suplemento para poder comer en el hotel tras haber aterrizado a primera hora del día en San Andres (y sin poder usar el wifi al ir vinculado al numero de habitación). El hotel, en líneas generales, está muy descuidado: puede que en el pasado estuviera bien pero ahora mismo necesita una renovación de sus instalaciones, desde las zonas comunes hasta las habitaciones. Pese a ser un hotel todo incluido, la ausencia de actividades atractivas y la falta de promoción de las pocas que ofrecen te obliga a salir de sus instalaciones. El buffet no está mal, si bien no reponen la comida que se va agotando. Además, hay sólo un bar disponible por la noche (el del muelle), por lo que se acumula mucha gente en ese único espacio teniendo otros vacios. No hay sala de juegos y la discoteca, al menos durante nuestra estancia, estuvo cerrada. En lo positivo, el personal en su mayoría es atento y muy agradable, y no creo que tengan ninguna culpa de que los dueños de la cadena no decidan gastar más recursos en un hotel que, con mayor inversión, sería recomendable.
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