Estas suites son perfectas para una estancia de un par de noches, siempre y cuando no necesites: la cocineta ni el beneficio de ser pet friendly. En general encuentro que Querétaro no es un estado de la República tan pet friendly y es complicado encontrar estancias que te permitan llegar con tus mascotas. Esta estancia lo permite y se esmeran para que los peludos tengan un espacio, el gran problema es que el espacio es diminuto y no es taaaaan friendly. No puedes comer en el comedor con tus perros, hay que sacarlos o comer afuera con ellos. En las habitaciones no hay cómo lavar los platos de los perros porque la cocineta no tiene lavadero, lo único que hay es el dimintuo lavabo de tocador (en donde uno se lava los dientes y las manos, es decir, no es higiénico lavar ahí los platitos de los perros). Adicionalmente, las suites son diminutas, o sea que está bien si llevas un perro de raza pequeña, nosotros llevamos un golden y un mestizo mediano y se vuelve un poco caótico, los perros no caben. Por si fuera poco, las ventanas no se abren y no hay ventilación en las habitaciones y para evitar el mal olor ponen aromatizantes y todo huele a aromatizante, muy muy fuerte, el olor termina siendo desagradable. Por último, cobran 350 pesos diarios por perro, terminé pagando 2,800 pesos durante mi estancia que no se traducen en nada: no hay espacio para perros, no hay "premios" para perros, no sé en qué se ocupa ese cobro extra. Los alrededores tampoco son pet friendly. No volvería.
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