Mi baja puntuación es principalmente por tema de antigüedad y confort del hotel.No lo vemos de 4 estrellas en absoluto. Por un lado, las camas eran muy antiguas, se nos clavaban los muelles en los huesos y nos despertaban por la noche, (nos quejamos y pedimos que cubrieran mas los muelles, nos pusieron una colcha al menos, pero es cierto que da mucho calor), esto sumado a la mala insonorización de las habitaciones, se oyen las conversaciones y televisión de las habitaciones de al lado (teniendo en cuenta el entorno, plena naturaleza en silencio, una pena).Además los baños están por reformar más y el agua caliente no va bien, de repente te quemas o sale fría, sin que te tiempo a reaccionar, de hecho a mi, me ha quemado la piel del pecho un poco. A destacar, el entorno, la calidad de la comida del restaurante, guisantes y bacalao deliciosos y el solomillo también.Los "tallarines" supuestos de calamar que acompañan al rodaballo no eran de calamar, si no, de pasta de tinta, sin sabor, ni gracia.El servicio mejorable, disperso. La limpieza de las habitaciones bien, pero la mesa y sillas de la terraza se les olvidó limpiarlas, muy sucias de barro. Veníamos del parador de Aiguablava, siendo ambos de 4 estrellas, no tienen nada que ver.
翻譯