Está muy bien ubicado, céntrico, y pese a eso no escuchas ruido por las noches. El riad por dentro es espectacular lo bien cuidado que está, las habitaciones tienen una cama bastante cómoda y grande, la ducha básica, y aire acondicionado que se agradece mucho los días de calor. El desayuno muy bueno y completo, no es un buffet pero te sirven bastantes cosas y es contundente. Tienen una terraza arriba con vistas a una de las torres de la mezquita, y en un silencio por la mañana que no se escucha nada. El personal de 10, el primer día nos explicó con un mapa la ciudad y recomendaciones, luego siempre preguntaban como estábamos y queriendo ayudar en todo para que estuviéramos lo mejor posible. El último día al irnos se me olvidó la gorra en el patio que tienen de descanso y salió a la calle a traérmela corriendo buscándome...detalles que se agradecen mucho del personal. Volvería sin dudarlo!
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