El hotel está situado en el paseo del Rin con vistas espectaculares del Petersberg, Drachenburg y Drachfels. Este hotel tiene muchísima historia siendo uno de los preferidos de Adolf Hitler quien se hospedó aquí más de 60 veces y negoción con Inglaterra la cesión del Sudetenland.
El desayuno es muy bueno y las habitaciones están todas reformadas.