札拉哥沙阿爾達獨立(Hotel Alda Zaragoza Independencia)

Propre, pas cher, confortable, mais pas de vue de la chambre 201 (vue sur une cour intérieure avec des climatisations très bruyantes la nuit), et ascenseur très bruyant (jouxtant la chambre)…

Todo fenomenal..buena ubicación, en el puro centro de Zaragoza......ascensor y buena iluminación........

La zona de lo mejor, buena atención y la habitación impecable

Nos sorprendió en todos los sentidos. Un hotel de 2 estrellas con una ubicación excepcional (esta en el centro de todo, restauración, cultura, comercios,...). Las instalaciones están limpias y sin desperfectos. Habitación grande, cama y cojines cómodos, en el baño lo necesario para el aseo personal y con detalle de bienvenida. Atención inmediata si lo necesitas. El desayuno tipo buffet, es pequeño pero con lo necesario, tienen dos o tres variedades de cada cosa (zona de repostería, zona de dos platos calientes, pan con y sin gluten, fiambres, quesos, yogur, semillas, frutos secos, fruta, cereales, café, infusiones, zumos, mermeladas, mantequilla, miel y tomate) lo que sí recomendaría es que pusieran una opción de huevos a la plancha, revuelto o cocidos y que no fuera solo la tortilla de patata. En resumen, muy recomendable.

Trato impecable, recepcionistas muy amables y siempre con una sonrisa. En especial una chica rubia, no me pregunté el nombre. Hotel céntrico, pero a la vez tranquilo. Buena relación calidad precio. Nos hemos ido encantadas. Desayuno correcto, no lo teníamos reservado y desayunamos dos días. Variedad y calidad. Volveremos

酒店雖小，但位置優越。友好的員工。就是為了睡覺，沒什麼別的事。無線網路不太好用。酒店安排了停車費，每天 12 歐元。它幾乎是一切的核心。房間大小合適。周圍有餐廳和咖啡館

******* 方面非常糟糕，因為我預訂了一家三星級酒店，他們把我送到了這家 2 星級酒店，接待處告訴我另一家不應該有房間，因此他們把我對這個還有很多不足之處，他們向我收取了同樣的費用，儘管我是兩顆星，但我感覺自己被欺騙了

La señora recepcionista que trabajaba por la tarde era muy firme y servicial y un ejemplo de servicio excelente pero los trabajadores que servían el desayuno eran muy maleducados. Durante un desayuno me corté el dedo mientras cortaba un baguete en el buffet. Le dije a la señora que me había cortado el dedo y le pregunté si tenían una tirita. Ella respondió con voz poco amistosa "¡No, no tenemos!". Ni ella ni la otra señora me ofrecieron ayuda. Ninguna iniciativa para ir a buscar una tirita. Me ignoraron por completo. Fui a la recepción, pero no había nadie, así que tuve que seguir desayunando mientras me tapaba el dedo con un pañuelo hasta que el corte se coaguló. Más tarde conseguí que otra persona me pusiera una tirita.