Una experiencia llena de detalles. Desde que llegas al lugar, todo son facilidades. Atención con el equipaje, una habitación perfectamente equipada, restauración perfecta y mucho más. Vamos por partes: La llegada. Nos ayudaron con el equipaje recogiéndolo de nuestro vehículo y poniéndolo en la habitación que más tarde nos entregaron, pudiendo así disfrutar del lugar desde el minuto 0. La habitación. Una vez en la habitación, la cama te atrapaba! era genial el conjunto de sábanas y almohadas, absolutamente confortables. El baño, tiene todos los detalles y en nuestro caso una gran bañera y una acogedora ducha. Todo tipo de amenities completaban el mismo. En la terraza de la habitación terminábamos el día, respirando aire puro y sin un solo ruido. Por la mañana un surtido buffet nos permitía desayunar sin echar en falta absolutamente nada, acompañado de una extensa carta de productos calientes, en la que recomendamos la tostada de aguacate y salmón. A la hora de comer, una carta sencilla pero a su vez muy completa. Con platos una vez más muy cuidados y a precios muy contenidos. Os recomendamos el Poke de atún, esta delicioso! Por la tarde, en las tumbonas de la fascinante piscina, con vistas a la espectacular montaña, solíamos pedir algún cóctel, que como no podía ser de otra manera, lo ponían con una presentación muy cuidada. Y después de un paseo por el SPA, ducha y a cenar. Tuvimos la suerte de probar la terraza para cenar con una iluminación sin igual y el úlitmo día el restaurante ROOTS en el interior, ya que llovía. El restaurante es precioso. Nos gustó mucho. La carta de las cenas, super completa y siempre acompañada de un aperitivo muy elaborado de mano de un magnifico equipo de chefs. Pudimos disfrutar de las manos de Claudia. En esta ocasión decidimos darnos un masaje de 140 minutos, que a pesar de su precio (que lo vale hasta el último euro), nos dejo con la boca abierta. Nunca habíamos recibido un masaje así. Absolutamente impresionados y relajados. Repetiremos con total seguridad ya que vale la pena y será una experiencia que no olvidaremos. En resumen: El lugar es impresionante, only adults, tranquilidad en estado puro. El equipo humano, sensacional. Desde recepción, restauración (todos magníficos y dedicados a su trabajo con gran profesionalidad), por supuesto el SPA, las camareras de pisos, mantenimiento, todos geniales, amables, educados y sobre todo trabajadores. La restauración. No salimos del hotel en 4 días. Comimos y cenamos todos los dias alli. REPETIREMOS Gracias a Meliá por tener sitios así y ponerlos a nuestro alcance. Hasta la próxima
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