La casa, habitación, el desayuno, el trato con los clientes fue todo excepcional. Rafa, el dueño muy amable, aconseja itinerarios, que comer, que visitar.. todo perfecto, un 10. Dispone de parking, sala de juegos con barra de bar. El desayuno con productos de la tierra, sobaos, corbatas, bizcochos, embutidos, zumo de naranja exprimido en el momento, tostadas con pan riquísimo de hogaza. El alojamiento céntrico para visitar Santillana y otras localidades Cántabras.
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