伊甸羅克飯店

Es innegable que la ubicación es fantástica y el paisaje es precioso. Pero por la calidad del servicio y la atención bien podría ser un camping en lugar de un hotel 4 estrellas. Los empleados parece que te hicieran un favor cada vez que te hablan El check in desganado, un trámite sin ningún tipo de esmero, ni información o indicaciones básicas (toallas de playa, horarios restaurantes, servicios, etc, lo típico que te informan con un mínimo interés al llegar a cualquier hotel) La habitación correcta. Aunque no hay amenities básicas (solo un cartel informando que si necesita algo llame a recepción) Justo antes de cenar tuve un problema con mi móvil y tenía que hacer una llamada urgente. El teléfono de mi habitación no funcionaba (la tecla 9 estaba rota) pedí en recepción si me lo podían cambiar. Me ofrecieron usar el teléfono de recepcion (era una llamada privada y dije que prefería tener privacidad en mi habitación). Me dijeron entonces que avisaban al técnico pero no me podían confirmar cuando iría (máximo a las 22 que acababa su turno). Eran las 20:30. Me quede sin cenar esperando en mi habitación. El técnico nunca vino. Después de varios intentos de acomodar la tecla y presionar, finalmente tuve éxito y pude hacer la llamada. Llamada local, de apenas unos minutos. No podía creer el cargo al ver de esa llamada. Me cobraron 18,90€. Un atraco Al hacer el check out me cobraron sin darme ningún detalle, tuve que pedir que por favor me imprimieran una factura para saber lo que estaba pagando. Tenía un cargo extra del bar que no reclame en ese momento porque no me di cuenta, pero pagué 8€ por un capuchino. El café más caro de mi vida. Y el uso del teléfono 18,90€! (llamada local). Una vergüenza

Se paga mucho por lo que es, la habitación era suite y no parecía para nada, no teníamos la cama doble si no separadas pequeñas, los muebles estaban mal parecían de hotel de dos estrelles . El Spa eran solo 3 piscinas una mediana y dos pequeñas. Una sauna que solo cabían dos personas y lo demás ponía que no funcionaba. El desayuno no había mucho para elegir. Lo único las vistas ya que está al lado del mar.