El hotel Bristol Union está situado en el corazón de Saint Malo intramuros. Cerca de la zona de restaurantes, de las calles comerciales y obviamente, del muro. Tiene una decoración clásica de buen gusto. Sus habitaciones son prolijas, muy limpias y bien equipadas. El desayuno bien servido, con excelente calidad, donde se destacan algunas tortas y dulces caseros. Pero lo más importante es la calidez de sus dueños, en especial Aurelia, siempre dispuesta a solucionar cualquier problema. Y con un agregado extra, tanto ella como una de las recepcionistas hablan un perfecto español (vivieron años en Chile y Argentina respectivamente), lo cual constituye un bálsamo para quienes, como yo, peleamos con nuestro defectuoso inglés o francés cuando intentamos hacernos entender. Sin dudas, un lugar para recomendar en Saint Malo.
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