Hotel con muy buena ubicación, y a 5 minutos de una boca de metro. Está situado en un edificio muy antiguo con poca conservación. Dispone de un ascensor muy, muy antiguo y muy pequeño. Sobre las habitación: cama cómoda, cuando llegamos vi las almohadas que, sospechosamente, tapaban el cabecero y si, lo tapaban porque estaba manchado del roce de las cabezas, era tapizado, lo que no parece buena idea para un hotel. Dormimos a 15 cm del cabecero. La habitación muy pequeña y lo peor; sin armario!!!! Y sin una percha excepto la de la ducha. En días de lluvia como nos sucedió, no había donde dejar las prendas de abrigo mojadas. Pedí una percha para esa noche, lo comprendieron pero no nos la pusieron. Parket muy deteriorado que causa muy mala impresión. Si vas a la 105, te aconsejo no abrir la ventana, da a un pequeño patio sucio y mugriento. Pese a su ubicación, no repetiría y desde luego, no lo recomendaría.
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