安森米爾神甫鄉村民宿(Rectoral de Ansemil)

Hemos reservado la cabaña para una noche con el menú degustación. La cena estaba espectacularmente rica, platos elaborados con mucho cuidado y un sabor increíble. Mención especial al postre, una auténtica delicia. Cuándo llegamos ya estaba preparada la chimenea con leña para poder encenderla, todo un detalle.

Celebramos nuestra boda en la Rectoral. La verdad que desde el 1er dia que pusimos un pié allí, supimos que nos casaríamos en ese sitio. Javier ama lo que hace, y eso se nota en la calidad de la comida, que fué espectacular, el trato que nos dió, poniéndolo todo facil, para que sinolemente, disfrutásemos. El entorno, pues que decir, casarse en medio de un bosque de robles, lo precioso que está todo, cuidado al mínimo detalle. De verdad, no podríamos estar más agradecidos. Si lo que buscas es comer bien, disfrutar de un entorno de en sueño, es tu sitio

El mes pasado celebramos un evento familiar en Rectoral de Ansemil. Desde un principio todo fueron facilidades, se nos ofreció variedad en oferta gastronómica así como espacios donde ubicar aperitivos, comida, y sobremesa. Siempre que se les ha contactado con consultas o dudas la respuesta ha sido rápida y satisfactoria. Tanto Javier como el resto de personal muy atentos y resolutivos. Los asistentes han quedado encantados con la experiencia.Muy recomendable!

Nos casamos allí este septiembre y no pudieron tratarnos mejor y facilitarnos más las cosas, la comida espectacular, y es sitio maravilloso, pero sin duda lo mejor el trato que recibimos Muy agradecidos sobretodo al dueño, Javi, un excelente profesional.

No nos costo nada escoger este Restaurante para celebrar nuestra boda, pues, el entorno para mi fue amor a primera vista. En general, ha sido un acierto, destaco la gran calidad-precio del menú, la atencion de Javi hacia nosotros y las facilidades que nos brindo en todo momento para hacer del dia 9/9/23 el mejor dia de nuestras vidas. Pero, como siempre pasa, no todo es positivo y siempre hay cosas que se pueden mejorar. Tendria que destacar, sobretodo, el trabajo del metre, creo que es muy mejorable, nada resolutivo, dos vinos tintos en el menu y mesas sin vino, una comensal embarazada esperando a que se le sirva un plato 1 hora y media porque no se le vino a la cabeza adelantarle la carne... . Pero el gran trabajo, amabilidad y profesionalidad del resto de camareros que hicieron todo lo que estuvo en sus manos, convirtieron el banquete en un momento especial. Seguidamente, me hubiera gustado que cuando se ofrece una alternativa a un plato ,previamente acordado, el dia del banquete se hubiera hecho efectiva sin tener los comensales que recibir contextaciones inapropiadas e incomodas. Por ultimo, y no menos importante, los novios pagamos mucho dinero por un menú, un dinero que sale de nuestros bolsillos y que por tanto, tenemos el lujo de decidir que hacemos con la comida sobrante de nuestro banquete. Escuchar, "las sobras se las doy a mis camareros" tras haberlas solicitado para llevar, me parece inapropiado. A pesar de todo lo anteriormente expuesto, en general, estamos contentos con el resultado de nuestro dia. Una boda son muchisimas pequeñas cosas, y éstos 3 detalles, aunque son muy importantes y mejorables, no nos han impedido disfrutar de él.

Maravillosa atención, trato, limpieza y servicio por parte de todo los trabajadores desde Javier (jefe) hasta el propio servicio del restaurante! La comida súper! Decoracion de mesas y alrededores preciosos!! Lo recomiendo al 100%

Hicimos una pequeña celebración familiar en la Rectoral de Ansemil, recomendados por unos amigos y todo fue de diez. La comida excelente y abundante, los pinchos previos una grata sorpresa pues me los esperaba mas simples, pero sin duda mención aparte merece su especialidad el cordero asado en el horno de piedra. No dejéis de probarlo. La atención de Javier y el resto de personal excelente. Un sitio más que recomendable para los amantes del buen comer.

Celebramos aquí nuestra boda, bien en general aunque detalles feos, antes de empezar comentarios del tipo "estos me van a dar la noche"no pasó nada grave (alguien se subió a una mesa festejando cedió rompiendo, ya que era de estás plegables, la pagamos, de improvisto alguien tiró algún fuego sin que los supieramos, en el exterior, y había llovido, y al final nos costó como 20' desalojar por que la gente lo estaba pasando bien) más detalles feos que nos comenta también la gente invitada como no servir chupitos cuando estaban contratados, el metre o jefe de sala un borde y chulo, haciendo y deshaciendo a pesar de nuestras peticiones ya cerradas con malas contrataciones (queriamos brindar con cerveza/vino, cuando nos trajo champán lo dijimos y que "ahora ya está, hacerlo así" y alguna bordería más, escasez de algún marisco en aperitivos como navajas y zamburiñas, reticentes a sacar champán cuando estaba cerrado que en alguna mesa se cenaría con él o empezar a recoger antes de la finalización del evento con la excusa de "es que mañana tenemos una comunión" teniendo que sentarse alguna gente en él colo de otra a última hora, pero el detalle más feo fué que nos hicieran pagar 45 euros de "vasos rotos" (no nos pusimos a lanzarlos )Daba la sensación de que el evento era a la voluntad del metre o jefe de sala, marcando pectoral con su camiseta ceñida, y que pretendían arañar hasta el último céntimo

Buenos días. Quisiera dejar aquí mi opinión sobre el servicio el día de mi boda este año. De primeras elegimos el sitio por el buen trato y la cercanía de Javier, la cual se mantuvo durante todo el tiempo previo de organización de la boda. Además de la ubicación y el entorno, muy bonito. Llegado el día antes del evento, personalmente dediqué un tiempo con el personal para cerrar distintas cuestiones relativas a la organización del mismo, las cuales fueron anotadas con detalle. Muchas de esas cosas no se hicieron según lo previsto, a pesar de que me acerqué a recordar como eran las mismas, caso omiso. El trato del metre, no sé bien quien és porque ni se presentó pero era él que nos presionaba todo él tiempo y hacia comentarios muy inapropiados. Ojo, no van a poneros chupitos. Alguna persona que ya había hecho su evento allí nos comentó que nos cercioraramos de que nos los ibán a poner, pero no le dimos importancia porque en la prueba del menú nos los habían servido. Ese día, ni un mísero chupito, incluso gente que lo pidió se le puso mala cara. También ojo porque tasaban la bebida, varias mesas tuvieron que insistir en que les trajesen bebida e incluso en una de ellas al pedir una botella de vino recibieron la respuesta de que tenían otra en la mesa de al lado, cogiendole a la otra mesa la botella. 45 euros de vasos pagados en concepto de cristalería en la factura. Pregunté sobre ello y ver si me confirmaban cuantos vasos se habían roto porque como es normal puede pasar, a algún camarero se le rompieron un par de vasos delante mía. Los aperitivos muy escasos, había muchas mesas que estaban vacías gran parte de los mismos. En definitiva, fueron muchos detalles feos que nos gustaría plasmar aquí para que por lo menos se puedan tener en cuenta de cara a la mejora del servicio o a la valoración de la contratación del mismo.