Hemos disfrutado muchísimo de nuestra estancia en El Gran Sueño. El hotel es precioso, la habitación amplia, camas y almohadas muy cómodas y sobre todo los anfitriones Javier y Dave, que no pueden ser más atentos y amables. Aconsejo cenar en el hotel al menos una noche para probar la cocina de Dave. Es un cocinero excepcional, lo cuida todo al detalle. Desde el pan que hace él mismo hasta el arroz con leche, todo exquisito. Se nota que cuida mucho la materia prima y usa productos de la zona. El entorno tiene muchísimas posibilidades. Nosotros hemos hecho rutas de senderismo saliendo desde el mismo hotel, otra ruta preciosa por acantilados cogiendo el coche a 30min y también hemos visitado pueblos bonitos por la zona. Nos quedan muchas cosas pendientes para la próxima visita ( Oviedo, Gijón o incluso Picos de Europa). En definitiva, un lugar ideal para desconectar de la ciudad, reconectar con la naturaleza y comer estupendamente. Justo lo que buscábamos. Y de regalo nos llevamos unas cuantas recetas de Dave :)
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