Este hotel es puro comfort y elegancia. Las habitaciones son de otro nivel, con detalles que te hacen sentir como en casa, porque al fin y al cabo, no hay mejor sensación que sentirse como en casa estando fuera de ella. Mención especial a la cama. La más cómoda que he probado hasta la fecha. El servicio es maravilloso, desde Anne a Anna pasando por las chicas de desayunos que han sido fantásticas. El desayuno es muy variado con productos de súper buena calidad. Los huevos benedictinos están deliciosos :) los recomiendo :) Además, el hotel está en el puro centro, así que llegas a todos lados en 5 minutos. Si quieres comodidad y elegancia absoluta, este hotel es la elección perfecta. Uno de mis favoritos en Palma. Gracias y volveremos pronto!
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