里奧潘佈雷浴場飯店(Hotel Balneario Rio Pambre)

Personal maravilloso,comida riquísima y hotel precioso...pero muy descuidado.Es una pena porque lo demás de diez.El entorno es excepcional.Se lo recomiendo a todo el mundo, después de estar allí y recibir sus tratamientos termales y su cariño, se te olvida lo malo.Yo de hecho,voy a repetir en cuanto pueda. Recomiendo mucho sus lentejas de castañas y el chuletón de vaca gallega.

Fuimos en semana santa y fue una experiencia muy agradable, destacar el personal amable y pendiente de que todo estuviera a nuestro gusto, la comida muy rica y bien elaborada. Ubicado en plena naturaleza con vistas al Castillo de Pambre. En definitiva lo recomendaría sin dudarlo

Me alojé una noche en este hotel balneario en una habitación doble en régimen de alojamiento y desayuno con entrada al circuito termal. El hotel es muy bonito y está ubicado en plena naturaleza, justo al lado del Río Pambre y a poca distancia del famoso castillo de Pambre. Nuestra habitación estaba ubicada en una de las 2 preciosas pallozas circulares; la habitación es básica y amplia con 2 camas cómodas, tv y con baño completo con bañera (hay gel/champú). El desayuno es tipo buffett y cuenta con cafés e infusiones, zumo de naranja, tostadas, galletas y bollería embolsada, yogurt, embutidos, fruta. También probamos el restaurante, a la hora de la cena y nos encantó: el menú cuesta 16.00€/pax e incluye primero, segundo y postre o café. En nuestro caso probamos la sartén de pasta con gambas y frutos secos, bacalao al horno y rabo de vacuno y de postre tarta de santiago. Las raciones son grandes y están muy bien presentadas. En la parte del balneario disfrutamos de la piscina con chorros, la sauna y reservamos masaje local, peeling y envoltura de cereza. Esta parte del establecmiento es sin duda la mejor. En nuestro caso, pudimos disfrutar de la piscina casi para nosotros solos; los tratamientos están muy bien de precio y el personal es muy amable. Conseguimos el objetivo de relajarnos y desconectar. El hotel dispone de parking gratuito, el personal es muy amable y las instalaciones están cuidadas y limpias. Lo que menos nos gustó de nuestra estancia fué un ruido constante que teníamos en la habitación como de agua continua y la luz verde de emergencia que desprende bastante resplandor por la noche y es bastante molesta. Además, hubiéramos preferido cama matrimonial en vez de 2 camas juntas. Sin duda, un balneario muy recomendable, si buscas relax y naturaleza.

Únicamente estuvimos comiendo en el Restauarante y reseñar la estupenda relación calidad/precio tanto de su menú cómo de su carta. Cocina bien tratada y en cantidad suficiente acompañada de un precio razonable. Sólo un pero... las PATATAS son una venganza (sobre todo estando en Galicia) que en nada merecen al resto del plato. Destacar sus carnes tratadas con mimo y unas Lentejas vegetales con Castañas de 10 sobre 10. Un tanto austero el local pero el ditio merece la pena tanto por la comida cómo por el entorno.

Hacíamos el camino y nos reservaron aquí, hay Spa, 11 euros por persona, y puedes contratar un masaje de peregrino. Cogimos cena y desayuno, muuuuu bien. Cogimos un taxi de 7 plazas, muy amable Francisco Gavieiro), merece la pena, luego sales de nuevo al Camino…es cuesta pero te ahorras pasos

Es un hotel más parecido a los años 60 que a la actualidad. Nos alojamos un grupo de amigos para continuar con la siguiente etapa del camino de Santiago. Ya para empezar no tienen ni servicio de recogida de clientes en Palas que eso sería un plus para los peregrinos alojados. Las habitaciones de película de terror, techos rotos, baños anticuados y con los complementos oxidados, las camas super incómodas y sucias, llegamos y la de mi hijo llena de suciedad por encima, las ventanas abiertas para que entren todos los insectos que quieran. Nosotros reservamos guiándonos por las fotos de su página que no se corresponden para nada con la realidad, es más esas fotos son las de las pallozas que son mucho más modernas. Intentamos hablar con el director para que nos cobrará menos o la cena fuese gratuita y su contestación era cambiarnos a la palloza, que lógicamente no quisimos ,después de hacer 30 km andando no teníamos ganas de cambiar las cosas. Mi hijo fué al spa y el albornoz todo roto. La cena muy bien pero a la hora de cobrarnos no funcionaba el TPV por falta de cobertura, tuvimos que cargarlo a la habitación. No recomiendo para nada este sitio y menos después de intentar timarnos con unas fotos que no son de las habitaciones que te dan.

El entorno maravilloso, no cabe duda de que es un lugar idílico, la atención de las chicas de restaurante, cafetería y spa, fue muy profesional, ahora bien es una pena como se encuentran algunas de las instalaciones, con un poco de cuidado y cariño mejorarían radicalmente. Las habitaciones de las palloza, antiguas, mal insonorizadas, se oye todo, mala iluminación, el climatizador no funcionaba, en el baño todos los aplique antiguos y malos, la alcachofa de la ducha parece recogida de una casa de muñecas. Con respecto al spa, agua fría, 4 chorros, mala sincronización de los chorros y en una de las paredes los chorros no funcionan. Tarda mucho mucho en volver a permitir accionar el mecanismo. Necesitas pedir cita aunque no haya nadie. Desayuno poco variado, no esperes elaborados de huevo, ni bacon , solamente pan de dos tipos, yogur, cereales, un solo tipo de fruta y unas lonchas de fiambre, tomate en monodosis, esas monodosis contienen conservantes lo que hacen que el tomate no tenga el mismo sabor. La cena es verdad que con media pensión es medio a la carta eliges entre 4 primeros y 2 segundos, pero estaba riquísima y muy abundante. Entorno idílico, quieres tranquilidad, la vas a tener. Ahora si quieres ver el castillo ve a buscarlo . Es una pena pero no hay senderos transitables que puedas recorrer dando un agradable paseo por el río. Los masajes y terapias geniales. Pero en definitiva es demasiado caro si lo ponemos todo en conjunto. Pienso que con pocos arreglos y un poco. De cariño sería un lugar para regresar.

Las habitaciones un poco oscuras y antiguas tanto dormitorio como baños Pero el resto genial, tanto ubicación como el trato del personal como el servicio y la calidad de la comida. La cena, sobre todo, estuvo perfecta. El plus que tiene es el spa, masajes y zona de aguas Ideal para hacer un alto en el camino

Es un sitio ideal para descansar, excelente comida y muy buen servicio. El spa y el balneario, fantasticos