La posición es muy buena y el hotel es muy bonito. Para llegar a la recepción hay que subir unas escaleras o coger el ascensor. La habitación era muy bonita con vistas a la placita de enfrente y a la catedral. En cuanto a limpieza, había unos pelos encima del secador de pelo y en el lavabo cuando he llegado, por lo demás todo estaba limpio. Mi mininevera había que cambiarla porque estaba demasiado caliente y no enfriaba nada, pero en recepción se ofrecieron refrigerar algo si lo necesitaba y me dieron un vaso de hielo también, muy amables! Otros detallitos que habría que arreglar: el lavabo estaba embozado y la ducha no cerraba bien, también hacía falta una papelera en la habitación a parte de la del baño. El desayuno es bastante pobre y es mejorable también. Doy igualmente 4 estrellas por el precio que tiene, por la posición, por la amabilidad del personal y por como está decorado el hotel
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