Es un buen sitio en cuanto a tranquilidad, pero estás lejos de todo. Necesitas si o si vehículo (lo más recomendable quad). La empresa asociada de alquiler de vehículos (Pollonia Motors) no estuvo a la hora acordada por la mañana y nos tocó llamarles varias veces hasta que finalmente llegaron. Por ello, llegamos tarde a un tour en catamarán que teníamos contratado. Si no tienes vehículo, tienes que ir andando hasta Pollonia, y por la noche está todo bastante oscuro por la zona. Puedes ir por el lado de la playa (fuimos a la ida) o por la carretera (por donde regresamos). El transfer que nos recogió en el puerto y nos volvió a traer allá el día de regreso era muy simpático y nos explicó muchas cosas durante los dos trayectos. Precio cerrado de 20€ por trayecto. La limpieza dejaba un poco que desear. El primer día al entrar, había arena en el baño, y algunas hormigas merodeaban por la cocina (las tuvimos un par de días con nosotros hasta que con vinagre y matándolas conseguimos que se terminasen). Estas hormigas estaban porque quedaba algún resto pequeño de comida de los antiguos inquilinos. La cocina estaba bien equipada, pero nos tocó limpiar cosas antes de utilizarlas y dejarlas encima de la mesa para evitar el paso de hormigas por allá... A parte que algunas cosas no las utilizamos por manías con tanto bicho (sandwitchera, cafetera...) En definitiva, es un sitio tranquilo, apartado de los ruidos, pero que pensamos puede mejorar en cuanto a servicios que da. Si volviésemos a Milos, no repetiríamos.
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