El Gran Meliá Don Pepe es uno de los hoteles más bonitos en los que me he alojado. Tiene una atmósfera elegante pero cercana a la vez, con unas impresionantes vistas al mar Mediterráneo. Además, las habitaciones son espaciosas y luminosas. Las camas son extra cómodas, las amenities son de muy buena calidad, y siempre lo tienen todo impoluto. Pero lo que realmente distingue al Meliá Don Pepe es su increíble atención al detalle y su compromiso con la satisfacción del cliente. Desde tu llegada hasta tu salida, el personal del hotel se vuelca para darte el mejor servicio, superar tus expectativas y hacerte sentir como un verdadero VIP pero con la cercanía característica de Meliá. Nos hemos sentido como en casa, estamos muy agradecidos con todo el personal de este hotel, y esperamos poder volver pronto.
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