Super hotel en este pequeño pueblo de Pirineos regentado por una agradable familia de Ucrania, muy recomendable! Tiene todo lo que uno espera de un buen hotel, buena atención, pendientes de que pases una buena estadía, y confortable, la habitación está muy bien organizada, limpia y con buena calefacción así como detalles propios de hoteles de mayor nivel, además tienen un comedor donde sirven comidas y especialmente un súper desayuno a la mañana por un suplemento de cuatro euros que incluye un completo buffet con café, tostadas, embutido, bacon y huevos fritos así como repostería y hasta churros caseros!
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