¿"Quien ha utilizado el servicio de lavandería y no ha pagado"?. Este fue la pregunta que hizo la guía por megafonía ante todos los 50 pasajeros de un autobús, y originando un retraso por este asunto. Con gran bochorno, mostramos una nota del propio hotel donde nos pedían disculpas por no haber podido limpiar las manchas, y el retraso en entregar la prenda, por lo que no nos cobrarían el servicio. Muy poca coordinación, y no piden disculpas por el mal rato que pasamos. Unido a la incomodidad de mosquitos con mucha experiencia, a pesar de proporcionarnos con mucho retraso y poca efectividad el "antídoto", el no cambiar sábanas en 9 días... hacer las camas de una forma extraña en las que solo arreglan la colcha, y dejan las sábanas sin tocar...Por todo, esto y el trato además con contestaciones por parte de alguna recepcionista, con mucha sorna y aires de suficiencia, la conclusión de nuestra estancia en este hotel no debemos clasificarla como ejemplar.
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