Este hotel necesita urgentemente un update. El mobiliario es viejo, pintado sobre pintado dejando ver diferentes capas. Los colores violeta y fucsia de cortinas y sillas son una combinación terrible, junto con lámparas en color gris metalizado que ya están desajustadas por el tiempo (veladores inclinados, lámparas de pared flojas, espejos con manchas de humedad). Debimos cambiar de habitación porque las de la planta baja tienen un olor a humedad insoportable. Los baños de todas las habitaciones tienen olor a cloaca.
La atención del personal es excelente. Siempre dispuestos y de buen modo. La comida también es muy buena, especialmente en el bufet (los restaurantes no son tan buenos ni con tanta calidad, especialmente el Steak House que nos sirvió carne quemada que debimos dejar sin probar siquiera).
Mi percepción es que el precio es muy alto para el mantenimiento general que tiene el hotel. Aún así disfrutamos nuestra estadía.
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