Es bueno regresar al hotel que trae muy buenos recuerdos, sin embargo, el hotel requiere cuidar detalles que pueden afectar de manera importante la experiencia del huésped: el manejo de la iluminación es pésimo... hay espacios (pasillos, vestíbulos) que no tienen iluminación por la tarde; también durante el 1 de enero, sólo un ascensor se encontraba activo haciendo cuello de botella a los huéspedes que deseaban hacer check out.
La alfombra de las habitaciones requiere mayor aseo, así como los apagadores (se sienten muy sucios al tacto).
Lo peor fue el bidet, aunque tuviera sello de "sanitizado", el azulejo cercano tenía residuos de materia rara (fecal o vómito), lo cual era evidente y es inadmisible. Ojalá tomen nota.
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