Desde el momento de la reserva todo fue estupendo con María, la dueña de este precioso y acogedor alojamiento. El momento de la llegada también fue perfecto, María estuvo pendiente de nosotras, además tienes parking súper cómodo en el alojamiento. El entorno es una maravilla, la posada es un encanto, las habitaciones acogedoras, todo súper limpio y cuidado, la habitación y el baño amplios, la cama muy cómoda. Todo de 10. Además incluye el desayuno recién hecho por María, casero y a la hora convenida con ella. Nos sentimos súper seguras con las medidas anti covid en todos los aspectos. Además nos recomendó muchos lugares para visitar y para comer, todos un acierto. Así que… María muchas gracias por todo!! Esperamos volver y seguro recomendarte siempre
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