El Viejo Molino

Es un hospedaje muy sencillo sin pretensiones. Esta bien ubicado, se puede estacionar en la calle (el estacionamiento interno es como para dos autos nomas) Nuestra habitación era espaciosa, las camas estaban muy bien, limpio. El desayuno (muy básico) era cruzando la calle en la parte principal del hotel. Personal muy atento.

Nos hospedamos dos noches, el lugar tiene un exterior bonito, con entrada amplia. Las habitaciones son espaciosas, la cama dura las almohadas un horror. El baño con poca agua, mínimo el lugar para la ducha que se te pega la cortina plastica cuando te bañas, ademas de tener que pasar el escurridor al piso. Respecto del desayuno, es muy escaso, con “medialuna” de paquete, si hay algo que esperaba era lo autóctono de nuestras tierra, y era mejor ayunar que consumir esa artificialidad de criollito y dulce sintético. Cuando nos “pidieron” hacer la habitación, fue de forma reiterada y con caras rispidas, ya que querían que fuese en ese momento, sin esperar a que nos vayamos en la mañana . Buena atencion pero con falta de profesionalismo

Atención excelente, relación precio calidad excelente, estuvimos de paso y la verdad que superó nuestras expectativas, muy buen desayuno. El dueño tuvo la amabilidad de recomendarnos cosas para hacer en la ciudad, Si estás de paso es una gran opción!

La experiencia no fue grata. Olvidamos una pertenencia (importante para nosotros) y la reclamamos, Rodolfo, su dueño nos dijo que nos despreocupáramos que nos lo enviaba por correo, pero ya pasaron mas de dos mese y a pesar de reiterados pedidos y habiendo enviado los datos y por supuesto ofrecido pagar el envío como corresponde, no solo no lo envió, sino que ya ni siquiera responde los mensajes.- Es lamentable quem**** por algo tan simple de resolver. Nos queda un sabor amargo de la experiencia en el hotel y su dueño!