Es un hotel pésimo, debería llam**** infierno en lugar de paraiso, eso fue lo que yo sentí cuando llegue allí, mis vacaciones arruinadas, de cuatro estrellas no tiene nada, el pasillo huele fatal, las habitaciones son viejas y estan sucias, la limpieza brilla por su ausencia, nos dieron una habitación mugrosa con dos camas, tuvimos que reclamar que nos dieron algo mejor y con una cama matrimonial, nos dieron otra y juntaron las camas, al parecer no tienen camas de matrimonio. Fuimos con todo incluido y el bar solo tenia bebidas, no haba ni snachs, ni nada para merendar los niños, el bufet era bastante cutre, cuatro cosas y ya, aunque tengo que decir que solo nos dieron bufet el primer día, como había poca gente tuvimos que comer y cenar a la carta todos los dias lo mismo, aunque tengo que decir que la comida a la carta estaba bastante bien. La piscina interior parecia una charca sucia, la gente se bañaba sin gorro, y no habia nadie controlando ni vigilando. Las únicas instalaciones que valen la pena son el ginnasio la pista de paddel.. porque son de empresas externas y tienes que pagarlas aparte. Las habitaciones no las limpiaban hacian la cama y ya
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