卡薩薩帕拉爾飯店

Pésima experiencia. Nos dejamos llevar por la aparente arquitectura del boutique pero en servicio deja mucho que desear. Llegamos el domingo pasado 15 de Diciembre a las 15:30. Punto 1: quisimos cenar esa noche y la recepcionista (que era la única persona de turno aparente esa tarde) nos dijo que no se podia porque el chef no estaba. Así que tuvimos que salir a buscar donde cenar en Domingo. Y no pudimos servirnos nada, no tienen aperitivo de bienvenida (siendo 5 estrellas como dicen) ni un bebestible en la tarde noche. Punto 2: la habitación primer piso número 2 de 7 que nos tocó tenía olor a encierro en general al hotelito le falta ventilación natural (que abran puertas, ventanas). En en baño no existen elementos como gorra de baño, jabón en barra, otros varios y dice ser de 5 estrellas. Considerando que no pedimos nada extra porque ahí podríamos haber corroborado si efectivamente si se cumplían las 5 estrellas que se atribuyen, sin embargo nos bastó con evaluar cada pequeña ausencia de detalle. Punto 3: la piscina es más bien de niños no hay para adultos y esta no tenía mantencion estaba con la pintura en mal estado. Punto 4: no hay resguardo de vehículos, lo tuvimos que dejar en la calle porque la capacidad que tienen es para 2 en el estacionamiento. Y cuando entramos había una puerta abierta del segundo piso a la terraza la tuvimos que cerrar con llave nosotros porque no había nadie de turno, la sensación de inseguridad fue tremenda, en una emergencia no hay nadie. Punto 5: la mañana del lunes despertamos porque la aislacion es pésima, se escuchaba la voz de los huéspedes del segundo piso. Punto 6: la mañana del mismo lunes nos tuvimos que duchar con agua fría y al hacer el check out temprano (ya que la experiencia no daba para más) le preguntamos el motivo del agua fría y la misma recepcionista nos señala que tenían un problema con eso, que se iba a solucionar. Punto 7: en gastronomía cero, el desayuno lo más insípido que hemos probado en nuestra vasta experiencia hotelera en categoría de 5 estrellas. Plátanos con manchas, pan solo miga. Y cuando habíamos terminado, se acerca la recepcionista a preguntar si íbamos a querer huevo o palta. La intención de arquitectura que es el enganche que tienen, no lo es todo para un proyecto hotelero. Inclusive la materialidad utilizada en interiores es al mínimo, con falta de mantencion en techos y en la justa medida equilibrado con una decoración igual de acotada que trataron de lograr. Pero este hotel no nos dio un solo suspiro, más bien salimos de dudas y comprobamos que la difusión en RRSS es lo que mejor saben hacer para vender la imagen, pero una decepción in situ.

Pasamos dos maravillosos días en el Hotel Casa Zapallar, con mi familia y amigos. Un lugar puesto con mucho gusto y elegancia, bien ubicado, con habitaciones cómodas, un desayuno delicioso y opíparo y, lo mejor, la amabilidad y estupenda atención de su personal. Durante todo el día hay café, galletas y frutas a disposición de los clientes. Ciertamente volveremos!