El Hotel Zombie Cucumber está situado a pie de playa. Nuestras habitaciones eran pequeñas chocitas con 12 camas con mosquitera. Los baños son compartidos sin puertas. Había muchos mosquitos en la habitación, fuera hay un tendedero donde se puede tender la ropa. La limpieza es normal tanto en las casitas como en los baños compartidos, no había wifi en las habitaciones, solo en el restaurante. Había seguridad en la puerta. El lugar es bonito, la playa está al lado, el pueblo se puede recorrer andando y a unos pocos pasos hay una interesante galería de arte africano con preciosas piezas talladas de madera. Nos gustó. Recomendable
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