Segunda vez que nos alojamos con Salah en Le dune Blanche. Salah es una persona encantadora y atenta, con quien tener una interesante conversación. Su vivac está perfectamente ubicado en medio de las dunas, pero con fácil acceso en coche, tanto 4x4 como 4x2. Es un lugar super acogedor donde pasar una estancia mágica en el desierto, muy diferente a los grandes luxury camps extendidos por er chegaga. La comida es abundante y muy buena, de lo mejor que hemos probado en marruecos. Solo tendría un pero, un repaso de limpieza extra para los baños
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