Ubicado en un antiguo palacio del siglo XVII con un pórtico de entrada magnífico, su patio interior muy bonito pero tanto este como las habitaciones, la nuestra una doble superior, e instalaciones, con una gran falta de mantenimiento y conservación. Desayuno muy básico para su costo, incluido en reserva y desglosado en factura, 9 € persona, no respondiendo a un bufete de un 4 estrellas y a ese precio. Servicio atento. Descanso confortable, nuestra habitación la n° 3, con una decoración clásica pero deslavazada, cuarto de baño de época. Con ascensor pero tramos de escaleras insalvables. Limpieza en general correcta. Bien situado, sin parking y en zona de no fácil aparcamiento.
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