Hotel precioso, con mucho encanto, romántico, decorado con gusto y mimo (desde que entras por las puertas para pasar por recepción, ya llama la atención lo bonito que está puesto todo). MUY LIMPIO. Moderno. Hemos pasado en pareja este fin de semana y ha sido maravilloso. Se respira relax en cada rincón. Personal de diez. Camas gigantes. Tomamos una copa en la zona de la terraza de la piscina. Preparada con mucha maña...¡así que tuvimos que tomar otras dos! Riquísimas. Pudimos disfrutar de la primera, subidos al mirador que tienen construido sobre el tronco de un árbol. Precioso. Después ya no nos apetecía salir del hotel y decidimos pedir la cena a la habitacion. Te lo suben recién hecho, a la hora que decidas. Estaba todo rico (a destacar el sándwich y las patatas que acompañan). Desayuno buffet genial. Muchas opciones tanto saladas como dulces. Platos recién hechos (cruasán a la plancha, huevos revueltos, bacon...) Nos quedamos con ganas de probar la piscina exterior, el tiempo no nos acompañó (en la tierruca nunca se sabe...) 😜 pero con el graaaaan jacuzzi de la habitación, se pasan todos los males. Muy muy recomendable. Buena ubicación en un pueblo con mucho encanto. Como en casa. ¡Deseando hacer otra escapada!
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