皮亞特列飯店度假村

El lugar donde está ubicado el hotel es maravilloso, la habitación es una casa, amplia, con buen gusto, cómoda, excelente vista, con terraza, chimenea interior y exterior que vienen a encenderte cuando lo desees. La comida es muy buena, no es pretenciosa, es sabrosa y a un precio razonable. El cuidado del parque y todas sus plantas es impecable. Lo mejor del hotel es el personal, en cada una de las áreas. Amables, atentos a todo lo que puedas necesitar para tener una buena experiencia. La relación calidad precio del hotel es correcta. Edith, directamente, superlativa! Sumamente recomendable y espero volver pronto.

Amamos nuestra estadía en el hotel, las instalaciones hermosas, disfrutamos del sauna, hidromasaje, pileta, degustacion de vinos y chocolates ( el cosecha tardía blanco nos pareció el mejor) y de una cena buenisima. El personal muy atento a todo y en todo momento, sin dudas volveríamos a elegirlos. Gracias por todo

Las intalaciones y la gente que atiende es un 10. La comida un 6, tanto el desayuno, almuerzo y cena tienen mucho para mejorar para el precio que cobran. Lo comparo con Rosell Boher Lodge que son de la misma categoria.

Lo único lindo que tiene el lugar son las vistas. Alquilé la casita Executive por dos noches para quedarme con mi pareja y pasar un buen tiempo solos. Les pedí que me calentaran el jacuzzi y me enteré en ese momento de que no funcionaba. La respuesta del hotel fue: “justo cuando vos lo querías usar no funcionó, pero funcionaba todo el tiempo menos en ese momento”, como si eso fuera una justificación para no hacerse cargo ni dar ninguna solución. El restaurante del hotel es caro y la comida no tenía gusto a nada, aunque la atención estuvo bien. Fui también al restaurante de la bodega y pedí el menú más completo, el de 5 pasos con maridaje. La molleja parecía un chicle, incomible. Los vinos tintos estaban guardados en la heladera, algo inaceptable, y encima las copas eran de vidrio en lugar de cristal, lo cual arruina completamente la experiencia en un lugar que pretende ser de calidad. Para completar, se quedaron sin postres. La atención fue pésima: estuve sentado esperando 45 minutos entre plato y plato, y al final tuve que pararme a buscar la cuenta porque, por falta de personal, nadie me venía a atender. Una experiencia muy decepcionante, no recomiendo este lugar.

Excelente experiencia! Almorzamos el menú de cinco pasos y cada bocado fue una delicia, acompañado de excelentes vinos. Maridaje 10/10. Nos atendió Verónica que es una genia! Luego realizamos una visita súper interesante. Recomiendo visitar esta bodega si andan por Cafayate!

Excelente experiencia, calidad de comida y atención Gracias Agustina, Edith, Cesar y Leonardo Nos hicieron vivir una inolvidable experiencia