託雷·聖胡安飯店

Petit Hôtel de charme, loins de tout, pour assurer la tranquilité. Une bâtisse énorme qui nous transporte dans les années 30. Ses salons avec cheminée et sa bibliothèque, donnent un aspect de laberynth magique. Le jardin et ses palmiers nous font rêver des Tropiques. La piscine est petite mais l'espace solarium est charmant. Conseillé de s'y rendre en voiture, sinon, en été et la forte chaleur, on est un peu coincé dans un quartier avec des chantiers partout, un Hôpital général, 3 bars et un supermarché Mercadona.Le tout à 8 min à pieds, C'est deja bien. La plage situé à 25/30 min à pieds, sans ombrage, ça pique en été. Un établissement familial, on se sens bien accueilli par le service et la maitraisse des lieux qu'on peut croiser en promenant ses 2 beaux chiens. Bémol, je pense que cet endroit est à profiter hors saison estivale. L'eau de la piscine était tellement chaude que cela ne donnait pas envie. D'ailleurs, elle manquait de propreté (nettoyé au 4eme jour) Pas de clima dans le bâtiment sauf dans les chambres, même pas la réception. Impossible de profiter des salons pour un moment de lecture. Pas de repas ni rooms service, petit déjeuner non plus. Obligé de se deplacer vers le bar de l'hôpital. La batisse est ancienne donc l'insonorisation nulle. Le bruit des chasses des toilettes voicins est à revoir. Un coup de rafraîchissement général à prévoir.

Pésima experiencia. Fuimos una familia de 5 con niño mayor de 5 años y menor de 3 meses. - El primer día no había agua caliente por la mañana. Nos duchamos 4. Segundo dia templada tras varios minutos. Tercer día tras más de 10 min de agua corriendo ( por indicación dueña) salió caliente. - Pésimo servicio de limpieza: No había insuficiente mensaje para el num de huéspedes. No limpiaron la habitación. Volvimos por la noche y la habitación sin hacer. Tras queja y hoja de reclamaciones al día siguiente solo hicieron la camas, no limpiaron baños. (Recuerdo que es zona de playa) Tuvimos que llamar por teléfono para que trajeran básicos de higiene porque no había a quien reclamar. - Desayuno: 7 € por persona. No tienen recursos para ofrecerlo. Pésima calidad ( rebanada pan de molde y bollería industrial mala). Muy pocos huéspedes y tardaron 30 minutos en servirnos. Nos fuimos sin acabar de que nos sirvieran. Tras quejas, nos cobraron la mitad del servicio - Pago: no exigieron pago por adelantado al hacer check in, diciendo que así se hace en todo el país (mentira) - Instalaciones: mantenimiento por lo mínimo. Cama y almohadas horribles. -Personal: Camareras desayuno: Muy amables y se esforzaban sin ningún éxito ni conocimiento mínimo de hostelería. Caos absoluto. Recepción: La persona de recepción Ricardo fue muy amable. Única nota positiva. La dueña o responsable no ta amable insistiendo todo el rato en culpar a otras personas y llegando a entrar en la habitación tras haber sido despachada tras invitarla para que viese los baños sucios - cosa que negaba, llego a entrar de nuevo mientras duchábamos niños para demostrar que el agua era caliente llegando a meterse en el cuarto de baño. El agua tardó 5 minutos en salir y ahí que estuvo la señora. NO VAYAN. No fue barato.

Estuvimos cerca de 20 min esperando a que el personal de recepción viniera, una vez echo el check in, todo muy bien. La única pega es que para entrar a la habitación de noche, había que dar toda una vuelta enorme .

Una ruina. Falta profesionalidad desde recepción hasta limpieza que deja bastante que desear. Un desayuno patético y una máquina de cola por si 3n la piscina te entra sed. Aquello parece un cementerio, no tiene vida, y el personal fatal

Nos atendieron bien pero la habitación era un nido de cucarachas no dormí en toda la noche creo que eso deberían tenerlo mas controlado porque es antihigiénico

L’aventure C’est un hôtel un peux hors du commun c’est une très grande maison transformée très très bien en hôtel d’ailleurs les chambres c’est sous forme de labyrinthe Bien étudier