El único punto débil que tiene este hotel es la habitación, y en concreto su cama. No puede ser que costando lo que cuesta nos pongan una cama de 140x190. La primera noche dormí regular y pregunté si disponían de camas más grandes, y la respuesta fue que no, que tenían habitaciones con dos camas, pero también de 190 de longitud. No lo consigo entender y menos en un hotel de esta calidad. Quitando este inconveniente de la cama, todo lo demás está a la altura de lo que ofrecen. En el desayuno, a pesar de que ofrecen cinco desayunos “tipo”, se puede pedir lo que se quiera siempre que esté entre la oferta. Hay fruta de primera calidad, tostadas con ingredientes sanos y saludables (aguacate, salmón, tomate, jamón ibérico, etc) para mezclar al gusto de cada uno, bollería casera (cruasán integral buenísimo y magdalenas de varios sabores) y café/infusiones. La comida en la cafetería de la piscina es igual de buena y con variedad. La ensalada de queso de cabra con frutos secos estaba especialmente buena. Y en cuanto a las instalaciones, las piscinas son de agua salada y con una temperatura de entre 27 y 29 grados. La flotabilidad es muy buena y permite dejarse llevar para descansar en el agua. Hay tumbonas de sobra y zonas de sombra para quienes no desean estar al sol. El circuito de spa, que según nos dijeron estaba incluido por estar alojados, incluía una amplia piscina (con aforo controlado, hay que reservar) de chorros y jacuzzis, una sauna húmeda y otra seca, y una piscina de agua a 14º. No faltaba de nada y el control del aforo permite disfrutar de todo ello sin esperas. Por último, también hicimos uso del gimnasio en el que hay máquinas y equipamiento para hacer todo tipo de ejercicios. Por todo ello, salvo el inconveniente de la cama, nos pareció un hotel ideal para relajarse y dedicar un tiempo a cuidar al cuerpo y la mente. Y no me quiero olvidar de la atención de l@s trabajadores/as, que dan un servicio excelente, y siempre con una sonrisa.
翻譯