Siempre quise ir a hospedarme en el Argentino Hotel por su historia, así que a pesar de los comentarios no siempre positivos nos decidimos. Me encontré un hotel increíble, desde que uno entra, el lobby y cada sector y mobiliario del edificio te transportan a otro tiempo. Respecto de la habitación, una para 4 personas, era enorme, de unos 7 x 7 metros y un techo altísimo, con mobiliario antiguo pero funcional, no tenía aire pero con el aire de mar se estaba bien, las ventanas tenían postigos para que no pase el sol, por lo que se descansa ok, si la tv era antigua, pero uno no va al hotel a ver tv! El estacionamiento está ok, siempre hubo lugar durante la estadía (no estaba a full el hotel aclaro). Las piscinas, ambas, la grande afuera y la interna impecables, muy lindas y con buen mantenimiento, y afuera hay un restaurant donde uno puede pedir lo que desee beber/comer. El desayuno y cena (opcional) son abundantes y correctos, ambos con buffet y en el caso de la cena luego del buffet un plato principal con un par de opciones que van variando. Por la noche también hay show post cena. Ahora, y como punto altísimo, el servicio del hotel es excelente. * El club de niños tiene múltiples actividades al aire libre, en la pileta e incluso el salón de juegos que está abierto todo el día es enorme con múltiples entretenimientos. * Desde que uno entra puede hacer uso de las instalaciones muy libremente, ir a la playa, volver, ir a la piscina, recorrer el hotel en sí que es muy lindo, hay varios baños en toda la planta baja lo cual es muy cómodo. * Una noche que era el cumpleaños de mi hija solo avisé y cayeron a la mesa con una torta y las velitas, y cantaron el feliz cumpleaños, super amables. Conclusión, es un hotel espectacular, de los que ya no existen, ediliciamente impresionante, falto de mantenimiento sobre todo estético, pues en lo funcional cumple, y todos los que allí trabajan lo hacen siempre con una sonrisa.
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