Definitivamente la penitencia de Semana Santa fue estar en el hotel la compañía, no son correctos en sus cobros, se llenan de falsas explicaciones y resulta que el cliente es el culpable. Servicio a la habitación pésimo, dos días si. Que te limpien el cuarto, pides hielo y no te lo tren. Niegan puestos en el Restaurante Santuario “porque hay que Reservar” cuando el restaurante está vacío y uno con visitantes llevándolo al hotel a comer qué pena pasamos, en el restaurante de la piscina no te dejan llevar las visitas “ya que te lo quita él seguridad” tuve que rogar alimentos a la habitación. Usan tu tarjeta de crédito sin tu autorización para realizar según ellos “cargos habituales sin avisar”, te cobran la habitación el primer día, resulta que es más dinero del que se te habla el primer día. Les recomiendo si van, sean claros en su cuentas con este hotel. Parece una historia inventada pero creo que solo yo la viví. Mala suerte para mi y este hotel que no es barato seguirá haciendo lo que le da la gana. Lugar bonito con gente que no es correcta en su trabajo.
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