阿爾卡蒂瑪飯店

Sin lugar a dudas una experiencia única . Hotel confortable , agradable ,coqueto nos sentimos como en casa . Instalaciones muy bién cuidadas , limpio y con un personal muy amable. El restaurante calidad / precio ....buenísimo . Sin lugar a dudas volveremos .

Habitaciones correctas, zona exterior y piscina muy bonito, todo muy limpio. Sensación de tranquilidad absoluta, por poner una pega precio del menú en restaurante es caro para lo que se ofrece.

Hotel met een leuke indeling. Vriendelijk personeel. Het ontbijt is wat karig, en helaas is de ruimte waar het eten staat vrij klein. Met 8 personen was het aardig vol. Wel jammer was dat de spa, sauna en binnenzwembad gesloten waren. Ander minpunt is er zijn geen handdoeken te huur voor het buitenzwembad. Je kon alleen handdoeken kopen a 10 euro per stuk.

Quel bel hotel ! Des plantes , des arbres , des fleurs entretenus par 3 jardiniers ! Une belle piscine , des chambres propres et spacieuses, un accueil en Français et, qui plus est , faisant tout son possible pour vous faciliter la vie ! La cuisine y est succulente et le petit-déjeuner de qualité ! Je ne puis que me répandre en éloges pour cet hotel. Le parking gratuit est situé à coté mais est non ombragé ; le payant l' est .

Buena ubicacion, habitacion grande y limpia, cama comoda. La piscina limpia y correcta, sin jaleos. Como punto negativo el restaurante del Hotel, las pizzas estaban crudas, y algunos errores en la facturacion.

Todo perfecto. Salvo el detalle de que los precios varían según la ubicación, nosotros quisimos una habitación con vistas, a la montaña o a la piscina, bueno, cayó piscina, pero era una habitación en la planta baja, donde si querías ver una esquina de la piscina tras unos setos pues tenías que estirar el cuello e intuirla en el más allá, yo esperaba otra cosa. Para esto y el tiempo que estuvimos dentro del hotel, hubiese sido mejor una habitación más barata. Por lo demás y como digo al principio, todo bien y sin sorpresas. El domingo estuvo lleno y fue cuando vimos la agonía de algunos por pillar una tumbona de la piscina, algunas de ellas estuvieron todo el día ocupadas con toallas y el tiempo que estuvimos allí, no aparecieron sus dueños. Esto es algo que está expresamente prohibido por el hotel pero además de prohibirlo, hay que vigilarlo, una prohibición sin controles es como tener hambre y rascarse el ombligo.