Lar de Vies Rural Complex

Complejo rural sobre la que era la casa del cura situado en la aldea de Neipín, A Pontenova. Ya no es sólo lo bonita que es la casa o el entorno en el que se encuentra, sino que la bienvenida de Nacho es simplemente espectacular, ¡qué maravilla de anfitrión! El complejo se compone de una casa que data del S. XVII donde las diferentes habitaciones de la casa son las habitaciones del alojamiento, el salón, comedor y demás zonas son las zonas comúnes y también hay un par de instancias independientes de la casa principal. Los exteriores tienen un amplio jardín súper cuidado con hórreo, hamacas, etc. Disponen de servicio de cena, y ¡qué cena! Que se disfruta en el comedor, que Nacho lo tiene precioso. En nuestro caso, con la noche totalmente despejada hemos podido disfrutar de un cielo increíble lleno de estrellas (gracias a la falta de contaminación lumínica). En resumen, hemos ido con nuestra hija de 4 añitos y hemos quedado realmente encantados, es un escapada que nunca olvidaremos! Una maravilla de sitio! Muchas gracias Nacho!

Un lugar en donde, al menos una vez en la vida, se debería de pasar. Yo sin duda alguna volveré en cuanto pueda. Un complejo en en un marco en el que domina la montaña, con unas bonitas vistas y desde donde puedes disfrutar de unas preciosas puestas de sol. Las viviendas y habitaciones muy confortables y con una esmerada y bonita decoración en la que se ha cuidado hasta el mínimo detalle, nada sobra y todo cuenta y aporta. Las dependencias comunes igualmente cuidadas que invitan a su disfrute y a no salir de ellas. Un lugar que invita al relax y al disfrute. Y el alma de ello, Nacho, que te lo pone todo muy fácil, que combina la profesionalidad y la amabilidad, tanto, que te hace sentir como en tu propia casa. Muchas gracias Nacho, deseamos que te vaya muy bien. Volveremos pronto a disfrutar de tu compañía.

Hemos estado dos dias en Lar de Vies y desde el momento que llegas al lugar es como entrar en el paraiso. Ha sido maravilloso, un lugar increible, lleno de magia y de buena vibra. El entorno idílico, la estancia insuperable y Nacho el anfitrión una maravilla de persona, no te cansas de escucharlo, te envuelve cuando te explica historias de la casa y no quieres que acabe nunca. Solo darle las gracias por todo, por el rato tan maravilloso que nos hizo pasar simplemente con una copa de vino y escuchandole, con esa paz y esa calma que trasmite, y por hacerte sentir como en tu casa. No es rico el que mas dinero tiene, sino el que vive momentos como estos. MUCHISIMAS GRACIAS POR TODO. VOLVERÉ

Hotel inmejorable por su decoración, la comodidad de las habitaciones, por su exquisita limpieza, por sus ricos y variados desayunos pero sobre todo por la maravilloso atención que ofrece su dueño Nacho. Te hace sentir como en casa desde que llegas hasta que te vas. Atento, amable y con una calidad humana que te deja sorprendido y con ganas de volver pronto para disfrutar de la paz y la magia que envuelve ese maravilloso hotel y su entorno. Totalmente recomendable. Volveremos muy pronto!

Un lugar espectacular. Nos alojamos en unas de las Villas los cuatro y estuvimos muy agusto, como en casa. Tranquilidad y desconexión. Jardines para que los niños jueguen. La villa está totalmente equipada, y decorada con muy buen gusto. Nacho muy atento a cualquier cosa que necesitáramos. El primer día desayunamos allí, todo casero y delicioso. Las cenas también buenísimas. Volveremos!!!

Es el lugar idóneo para estar tranquilo, disfrutar de la naturaleza y comer bien. Muy cerca de otros sitios más turísticos, y con la posibilidad de hacer actividades (rutas de senderismo, deportes acuáticos …). Es un lugar realmente acogedor, el personal es amable y estás como en casa. Nacho y compañía se encargarán de ello.