Estuvimos pasando unos días en Kaaño y fue una experiencia mentalmente gratificante! Nos trataron como en casa y nos asesoraron para conocer la zona, restaurantes y sus escondites más especiales! Las habitaciones son rusticas y bonitas pero sencillas, no necesitan nada más! Además mi pareja es vegana pero no tuvo ningún problema, si se avisa previamente! Las vistas desde la casa, maravillosas! Mis desayunos más pacíficos y tranquilos, desde hace mucho tiempo! Alberta, una gran anfitriona! Mila esker Alberta, Patxi, Alaia, Izar, Bizi eta Leila por estos días!! Nos volveremos a ver seguro!
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