Por lo que vale, debo decir que no se puede pedir mucho más. Personal, correcto, amable. Donde realmente hemos tenido el gran problema ha sido en la habitación. Mi hijo pequeño ha salido con un fuerte golpe en la boca, se apoyó en el toallero para verse en el espejo sin saber que el toallero estaba roto, y con todo su peso cayó dándose en la pila de mármol. Resultado, corriendo a urgencias, que no pudieron atendernos porque habían salido a otra urgencia. Nos apañamos poniéndole mucho hielo, y al día siguiente comprando cosas de la farmacia. Ahora estamos viendo la solución de la boquita de mi niño. Como digo, toallero roto, que se podía haber evitado este gran disgusto si hubiera estado en condiciones, mucha cal en la bañera y llena de pelos . La habitación habían zonas llena de polvo que indicaba que hacía tiempo que no lo limpiaban y la cama de matrimonio, nos dijeron que cabíamos los tres y casi ni cabemos los dos, pedimos una cama supletoria, y 20€ por noche. Por el desayuno, por lo que cuesta, nos pareció correcto, además el señor que estaba allí, nos permitió llevarnos algo de comida blandita para que mi hijo pudiera comer algo, ya que por el golpe no podía masticar.
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