卡薩格力比尼雅斯飯店

Quando minha mulher decidiu correr a meia-maratona de Mendoza, resolvemos aproveitar a viagem para comemorar (sem filhos!) nossos 10 anos de casados. Casa Glebínias foi uma joia que encontramos e onde não poderíamos estar mais bem hospedados. A apenas 20 minutos de carro do centro de Mendoza, o hotel-jardim fica em Chacras de Corría, um cenário idílico onde o único som que você vai ouvir é o canto dos pássaros. Além do conforto dos quartos - nós ficamos na Suíte Jazmines, e recomendamos muito! - o hotel é uma graça. O restaurante, com a cozinha aberta onde acompanhamos os deliciosos pratos sendo preparados, é perfeito para momentos calmos, quando você preferir o conforto de ficar no hotel em vez de ir para o agito de Mendoza. Todo o staff é extremamente simpático e pronto a resolver qualquer demanda dos hóspedes. Destaque para Esperanza, a simpática cachorrinha do hotel. Não vemos a hora de retornar a Mendoza e ficar novamente na nossa pousadinha.

Hermosisimo lugar. Enclavado entre hermosos jardines. Con una Pileta espectacular. Para relajarse y disfrutar. La atención del personal es dedicada (especialmente Cecilia Flores) Habitaciones amplias, luminosas. Que conservan recuerdos antiguos. Espacios comunes acogedores y siempre presente el canto de aves.

Precioso lugar. En internet se ve bello, y cuando estas ahí toda la experiencia es sumamente recomendable. Desde que se abre el portón e ingresas a un lugar que sorprende gratamente con flores ,plantas , silencio.... Caminas y sentis el sonido de las hojas secas y la brisa pura del ambiente. Te recibe Esperanza una perra alegre ladrando cuidando cada detalle junto a los dueños y al equipo que trabaja formado por Cecilia, Federica y mas personas. Los departamentos parecen extraídos de un cuento de hadas y el chef del restaurante Ariel te recomienda y acompaña respetuosamente luciéndose en la cocina. La cual es impecable.como todo el lugar. Este hospedaje forma parte de " la ruta del vino" qué aprendimos es un "concepto muy amplio, no una sola ruta" disfrutamos un día de bodegas lejos con remis y el otro día con bicicletas cercanas en bicicleta. Los dos recorridos organizados por el hotel. Y fueron de excelencia. Nos reímos, descansamos , disfrutamos. Gracias eternas a este lugar mágico. Si quieren descansar en un ambiente preparado hasta el más mínimo detalle para la atención al viajero solo reserven. Y vayan.

Excelente lugar para desconectar. Muy romántico, con un jardín espectacular que presenta rincones de ensueño. Los interiores te llevan a otra época sin dejar de lado el confort. La piscina es muy bella, rodeada de plantas multicolores. Un párrafo aparte para Esperanza, quien nos acompaño en todos los desayunos, inclusive abriéndonos la puerta de la galería comedor !!!.

Maravilloso lugar!!!! Es como estar en un cuento, las habitaciones son muy cómodas, el personal muy encantador y siempre atentos ante cualquier requerimiento. Las almohadas dignas de destacar, baños y habitaciones impecables y el entorno maravilloso.

Un lugar de ensueño, uno pasa la puerta y entra en un mundo de naturaleza, de aromas y colores. Todos son muy amables y atentos, Esperanza (la perrita) te recibe y busca por el jardín. Es un lugar para quedarse a disfrutar, su pileta y jardín, por las noches cenar ahí mismo, otro placer.. el chef un genio. Recomiendo 100% , volveremos cada vez que estemos por la.zona. Mil gracias por recibirnos y atendernos.