奧克斯特拉爾拉斯帕爾馬斯

Fuimos hoy por la mañana a la cafetería del hotel varios compañeros de trabajo a tomarnos un café. Me cobraron 2,20 euros por un descafeinado de sobre. La mitad de la tacita de leche es espuma. Una vergüenza. ¿Os habéis vuelto locos? Mi compañera de trabajo pidió un zumo de naranja que sabía a rayos. Es evidente que un café a ese precio es para que no volvamos y eso que trabajamos al lado.

Cogimos varias habitaciones con otras parejas para descansar después de la carroza del Carnaval, mi mujer se tuvo que ir antes, desde las 19:00, y qué sorpresa que no pudo descansar porque había una fiesta privada en el ático del hotel y la música y vibraciones eran tales que parecía que el altavoz estuviera en la misma habitación. Nos quejamos pero simplemente nos dijeron que era una fiesta privada y que duraría hasta las doce. Todavía estoy flipando que pagues un hotel para descansar y que tengas una discoteca en la misma habitación, de vergüenza. A parte de eso, almohadas duras y altas, luz del WC automática que despierta a tu pareja si vas al baño por la noche y cortinas que no tapaban el sol