西格利亞尼瓦杜度假村

El hotel cuenta con una recepción muy agradable y un personal de servicio excepcional, lo que crea una primera impresión muy positiva. La zona de la piscina es encantadora, rodeada de exuberante vegetación y equipada con hamacas perfectas para relajarte bajo el sol. El camino hacia los bungalows y los pequeños apartamentos está adornado con jardines bien cuidados, llenos de vida, donde puedes observar ardillas y pájaros. Esta conexión con la naturaleza hace que la estancia sea realmente especial y agradable. El interior de la habitación es increíblemente amplio, con dos camas enormes y muy bonitas. Apreciamos el detalle de las flores que nos dejaron; realmente añade un toque especial y agradable a la estancia. Cuenta con una pequeña terraza, que es perfecta para relajarte después de un día explorando los alrededores. Pasar tiempo allí fue estupendo. El cuarto de baño es también muy espacioso. En cuanto al desayuno, creo que deberían mejorar un poco las opciones occidentales para estar a la altura de la categoría de sus instalaciones. Es un pequeño sacrificio que podrían mejorar fácilmente. El único detalle negativo fue la conexión de internet, que nos falló en varias ocasiones. Tuvimos que llamar a recepción en dos ocasiones para que comprobaran la conexión, lo cual fue un poco molesto. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el hotel está un poco apartado de la vida nocturna; se necesita caminar unos 15 minutos por la carretera para llegar a los restaurantes donde se puede cenar. A pesar de esto, la tranquilidad del lugar compensa el pequeño inconveniente. En resumen, el ambiente del hotel, junto con su atención al detalle y la belleza natural que lo rodea, contribuyen a una experiencia memorable.