Desde la simpatía de la recepción hasta la facilidad de parking en la misma puerta de la habitación, da gusto ir a hoteles la simpatía del persona un muchacho hablando español, cenamos una carne y atún espectacular, acompañado de un vino Top sin ser caro la verdad, además les preguntamos por una misa gospel y una de las camarera nos invitó para el día siguiente en su comunidad, que por supuesto fuimos encantados ( una experiencia inolvidable) EL MEJOR HOTEL SIN LUGAR DUDA DE JACKSON AGRADECER AL PERSONAL UN SERVICIO DE 10
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