Pasé mi cumpleaños en bosko. No pudo haber mejor lugar. Desconexión total, naturaleza pura. Las instalaciones muy bien cuidadas y con todo lo necesario para pasarlo bien. Es un conccepto diferente. Vale la pena todo! La comida: riquísima La atención y cuidado del personal, A1! Recomendación para el lugar: Podrían tener un espacio para sus administrativos. Los días que me quede el administrador operaba desde el comedor y ver a una persona trabajando, con laptops, papeles, sacando cuentas y reportes. dándole órdenes a sus colaboradores, rompe con el espacio de relajo que uno busca. Ojalá lo puedan controlar.
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