帕拉西奧阿斯卡拉特飯店

Estuvimos la semana pasada en este pequeño pero bonito hotel animados por algunas de las reseñas... Lo elegimos sobre todo por el restaurante del que algunos clientes hablaban bien... Para nosotros fue una total decepción... Hemos comido mejor y con más calidad y mejor presentación de los platos, en muchos chiringuitos de playa... Habíamos reservado para comer el sábado. Ezcaray, el pueblo, estaba a tope de gente porque se celebraban dos eventos importantes, entre ellos, una carrera. El restaurante estaba prácticamente vacío... Solo había tres mesas ocupadas incluida la nuestra. No había, lógicamente, menú, sino carta. Y, es esto lo que nos animó a ir a este establecimiento. Pedimos una ensalada mixta que, ¡¡no te la sirven ni en chiringuitos de playa!!, pues la lechuga estaba no recién cortada, ni tersa, ni crujiente sino babosa y blandengue..., el bonito de de lata era el más barato y cutre que se puede encontrar en una tienda..., los espárragos (dos) tan gruesos como un lapicero, lo mismo..., la cebolleta había dos gajos..., tres cachitos de tomates..., dos mitades de huevo cocido vete a saber cúando..., tres aceitunas secas... La tabla de embutidos y quesos era sorprendente, en primer lugar porque las tres lonchas en triángulo de queso estaban secas porque se notaba que estaban cortadas ¡¡de días atrás!!, probablemente de algún desayuno que sobrarían..., en la tarrina de tomate era tan grande como una moneda de dos euros o un poco más, y las tres rebanadas de pan más duro que una piedra eran minúsculas... las rebanadas eran tan grandes y gruesas como el diámetro de un bolígrafo..., las tres, o cuatro, lonchas de jamón, pasables, sin más... También, los siguiente platos que pedimos, alcachofas con jamón y manitas de cerdo con boletus, es mejor ni mencionar... Una vez más, comprobamos que la mayoría de las muy buenas reseñas que se ponen acerca de restaurantes u hoteles son interpuestas por el propio personal del establecimiento o por los familiares. Por supuesto, no volveremos a este restaurante que como otros muchos reduce la calidad de sus platos... Nos ha decepcionado este restaurante que pensando que comiendo a la carta (que ua lo pagas) se comería medianamente bien sin embargo ha sido horroroso... No es la primera vez, sino unas cuantas, que hemos visitado Ezcaray y volveremos, pero la próxima vez, comeremos a base de pintxos en los bares de la zona y que los ponen muy buenos.

La habitación es muy cómoda, con una decoración acorde al edificio en el que se encuentra. El baño completo y con equipamiento modernos, que se agradece. La climatización fantástica. Desayuno completo en un salón acogedor. La amabilidad del personal tanto en restaurante como en recepción, fantástica, da gusto.