Es la tercera vez que vamos y nos encanta. El personal de diez. Siempre dispuestos a ayudarte en lo que necesites e intentando que estes como en casa. El hotel en general es precioso, muy cuidado y super tranquilo. El restaurante y el bar funcionan muy bien. El bufet es muy variado y rico. Este año han abierto un restaurante italiano y tuvieron el detalle de dejarnos cenar una noche aunque con nuestra estancia no venía incluido. A la salida me dejé unos auriculares olvidados en la habitación y el personal de recepción (Ildiko, Rocío y Marcel... espero no dejarme a nadie) actuaron con gran interés en enviaremos a mi domicilio. Muchísimas gracias, volveremos!
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